Tarjetas de crédito. Son útiles para adquisiciones a corto plazo. La principal ventaja de una tarjeta de crédito es la temporalidad, ya que te permite disponer de dinero que no tienes al momento pero que vas a recibir en un futuro inmediato. Por ejemplo, si haces una compra a mitad de mes, sabiendo que podrás liquidarla una vez que recibas tu dinero.
En algún momento, es probable que tengas que pedir prestado dinero de un Banco para hacer compras importantes o perseguir metas personales. La compra de tu primer carro, continuar tus estudios o iniciar tu propio negocio.
Así, un crédito es un acuerdo financiero entre tú y el Banco donde ambos están de acuerdo en los términos y condiciones indicando que les pagas un dinero prestado dentro de un periodo de tiempo determinado. A cambio de este servicio, el Banco genera unos intereses, que corresponden al grado de riesgo que asume el Banco en caso de no generarse el pago del crédito.
Una Tarjeta de Crédito funciona de manera similar a otros tipos de crédito: recibes un cupo de crédito para hacer compras, consumos y avances en efectivo y te comprometes a pagar éstos, incluidos los intereses, convirtiéndose en una herramienta de pago muy útil:
De igual manera, las Tarjetas de Crédito tienen costos asociados con ellos, los cuales es importante que conozcas y tengas presentes al momento de solicitarla como son la Cuota de Manejo del producto y los intereses si no se paga el saldo total que encuentras registrado en tu extracto.
Fuente: Finanzas Prácticas- VISA
Un presupuesto es un estado financiero o un plan que le informa sobre tu dinero: de dónde viene y cómo se gasta. Ya sea para la compra de entradas para el concierto del próximo mes o el pago de la matrícula universitaria, un presupuesto te permite planificar tus finanzas de acuerdo a su situación actual y futura.
Cómo hacer un presupuesto en 3 pasos:
PASO 1: Calcula tu presupuesto
El ingreso es por lo general el dinero que usted recibe regularmente. Este puede venir de lo recibido por un trabajo o también puede venir de los padres, el interés de una Cuenta de Ahorros y regalos monetarios, como el cumpleaños o las vacaciones. Sumando todas estas fuentes de acuerdo con un consumo mensual o anual le permitirá identificar cuál es su ingreso.
PASO 2: Calcula tus ingresos
Los gastos son lo contrario de los ingresos. Un gasto es en lo que inviertes tu dinero: comida, transporte o tu factura de celular son ejemplos de gastos. Así, puedes determinar tus gastos del mes guardando tus recibos, extractos bancarios o de tarjetas de crédito y mirar las facturas y otros documentos para encontrar la suma de éstos.
PASO 3: Evalúa tu presupuesto
Ahora sólo debes restar tus gastos de los ingresos totales que tengas para tener claro que dinero te queda al mes. Si los gastos superan a los ingresos y llegan a una cifra negativa, estás en problemas, por lo que el gasto en ciertas temas tendrás que reducirlo para mantenerlo financieramente saludable.
Si por el contrario pasas a tener dinero sobrante, eso es buenísimo. Puedes utilizarlo para tener una Cuenta de Ahorros u otra inversión. Así, puedes ahorrar hasta cumplir con tus objetivos de estudio, comprar una nueva consola de videojuegos o ese bolso que te gusta tanto.
Cada mes el Banco te enviará a la dirección física o electrónica que tengas registrada, las compras, consumos y avances en efectivo que hayas realizado con tu Tarjeta de Crédito mediante un extracto, el cual incluye los cargos autorizados, incluyendo intereses y comisiones, así como la fecha límite en que debes realizar este pago.
Dentro del extracto, encontrarás las opciones de pago con las que cuentas para cancelar el pago de tu Tarjeta Credencial:
PAGO TOTAL: Si pagas este valor, cancelas el valor total de todas las transacciones (compras, avances, impuestos) realizados a la fecha de corte.
PAGO A PLAZOS: Este valor corresponde a la liquidación de las cuotas derivadas de todas las transacciones que hagas con tu tarjeta, manteniendo el plazo escogido en el momento que realizaste la compra.
PAGO MÍNIMO ALTERNO: Esta opción te permite ampliar el plazo de tus compras a 36 cuotas al momento de pagar tu extracto, sin importar la cuota que seleccionaste cuando la realizaste.
Estudiar una carrera puede ser muy gratificante, no solamente por los conocimientos adquiridos que nos ayudarán a ganarnos la vida, sino por todo lo que sucede alrededor de la misma, hacer amigos, conocer maestros, entre muchas otras cosas.
Pero a veces puede ponerse un poco difícil, ya que en el plano económico tenemos muchos compromisos como la universidad o la compra de libros y materiales. Ahora te daremos algunos tips para que pueda aprovechar su presupuesto y ahorrar un poco más para disfrutar las cosas que más te gustan:
• Evita la compra de libros cada semestre: Consulta si en la biblioteca de tu universidad cuentan con los títulos que necesitas. También puedes consultar a tus amigos de semestres más avanzados que el tuyo y, si cuentan con el material que necesitas, pídeles que te los presten, y una vez que termine el semestre devuélvelos en buen estado.
• Ahorra en comidas: Existen universidades que ofrecen paquetes económicos que pueden ser cargados a la cuenta del estudiante. Piensa si te conviene para tus finanzas y de ser así, hazlo.
• Comparte tu auto: Si tiene algún compañero de universidad que también tenga vehículo, pueden trasladarse juntos en éste. Tomen turnos para que así ahorren en gasolina. Pueden invitar a otros estudiantes que no tengan este medio de transporte, además también beneficiarás al medio ambiente.
• Busca un apartamento con tus amigos: Si la universidad se encuentra en otra ciudad, una manera de ahorrar es alquilar un apartamento con tus compañeros. De esa manera los gastos se dividirán entre varias personas y podrás utilizar parte de ese dinero para tus gastos del mes.
• Guarda dinero para la diversión: Recuerda que ésta es también una parte importante de tu vida. Chequea si en la ciudad donde vives hay descuentos para estudiantes en diferentes lugares de diversión. Recuerda que también existen ciudades que ofrecen entradas gratuitas a museos, así como talleres y diversas actividades.
Como puedes ver, estar en la universidad es una etapa que puede pasar muy bien en compañía de amigos y maestros. Al seguir estos consejos administrarás mejor tu dinero y gozarás de una vida financiera tranquila mientras estudias
Fuente: Finanzas Prácticas- VISA
Día a día decidimos qué comprar. Constantemente acudimos a tiendas, restaurantes, cine, viajes. Es importante que reflexiones acerca de tu patrón de consumo y si realmente eliges opciones que te ayuden a mantener sanas tus finanzas.
En beneficio de nuestro patrimonio
Analizar qué consumimos anualmente es de gran ayuda. No sólo nos permite presupuestar sino también encontrar alternativas que se adapten a nuestra situación económica. Es decir, si procuramos decidir analíticamente lo que consumimos, podríamos disminuir gastos y obtener más provecho de las compras.
Recomendaciones de control
Estas son algunas recomendaciones para analizar nuestros hábitos de compra y ahorrar en nuestro consumo:
1. Consulta fuentes de información especializadas en el consumo.
2. Recordemos que la decisión de qué consumir afecta directamente a nuestras finanzas. Por ello, debes buscar las opciones que te ofrezcan más a cambio de tu dinero.
3. Detente unos momentos en las épocas especiales como Navidad y Año Nuevo, en las que el consumo tiende a verse favorecido por el entorno social. Recuerda que tienes un presupuesto e intenta respetarlo.
4. Para mantener sanas tus finanzas personales, la mayoría de las compras deben estar coordinadas por nuestra mente racional y no por nuestras emociones del momento, cuando estemos en el supuesto de que no estén presupuestadas. Ahora bien, si tienes presupuesto para ello, puedes realizar alguna compra motivado por la emoción.
5. Disminuir el consumo de luz, gas y agua, además, de beneficiar mucho a tus finanzas familiares, ayuda al medio ambiente.
6. Cuando vayas al supermercado, lleva una lista previamente elaborada en casa, con aquellos artículos que necesitas. De esta manera, te concentras específicamente en lo que debes comprar y evitarás comprar cosas que no necesitas. También es bueno usar el servicio de envío a casa que ofrecen algunos supermercados, ya que esto limitará las tentaciones normales al asistir directamente.
7. Cuando te sea posible prescindir del automóvil, hazlo. Esto ayudará a disminuir tu consumo de gasolina y ¿por qué no? disfrutar de una buena caminata.
8. Debes consumir responsablemente y destinar una cantidad al ahorro para alcanzar objetivos claros.
Fuente: Finanzas Prácticas- VISA
La mayoría de las veces, gastar en un lujo o en algo con lo que soñaste, genera un sentimiento de culpa. Aunque lo deseabas, una voz interior te indica que pudiste gastar ese dinero en algo más útil o que pudiste mantenerlo ahorrado.
Es momento de aprender que los gastos impulsivos o aquellos que parecen un exceso también son válidos, si tenemos atrás una correcta administración para sustentarlos. Puedes darte gusto sin necesidad de causar daños irreversibles a tus finanzas ni angustiarte por el futuro.
La primera recomendación que te ayudará a administrar de mejor manera el dinero, es saber diferenciar entre tres conceptos fundamentales:
• Necesidades primarias: Se refiere a aquellos objetos o servicios indispensables para la conservación de la vida. En otras palabras, es el mínimo necesario y es igual para todas las personas. Por ejemplo, alimento, prendas de vestir, vivienda.
• Necesidades secundarias: También son objetos o servicios indispensables, pero están determinados por el estilo de vida. Es decir, puede haber coincidencias, pero normalmente cada persona tiene necesidades secundarias distintas. Por ejemplo, transporte o educación.
• Gustos y deseos: Todas aquellas cosas que te gustaría adquirir, pero que no son imprescindibles. Por lo tanto, si no las obtienes, tu vida no se ve afectada de ninguna manera.
Para que este ejercicio funcione de la mejor manera, elabora una lista donde segmentes tus gastos en tres columnas. Sé muy honesto e identifica claramente a qué columna corresponde cada cosa. Por ejemplo, es una necesidad primaria comer; es un deseo comer langosta.
Inicialmente, una lista de necesidades y deseos te dará una perspectiva de en qué gastas el dinero. Será como ver una fotografía de tus gastos y podrás identificar a qué rubro destinas más recursos. Pero además, esta lista te permitirá planear a mediano y largo plazo.
Cuando vayas a realizar un gasto, realiza las siguientes preguntas: ¿lo necesito o lo quiero? ¿puedo? Primero debes identificar si es algo realmente necesario o si es un deseo. Sé honesto. En ocasiones se gasta por costumbre en cosas de las que podrías prescindir fácilmente.
Después evalúa si tienes una posibilidad real de adquirirlo en ese momento o qué necesitas para lograrlo. Si puedes adquirirlo en ese momento, sólo asegúrate que no estás desequilibrando otras áreas de tu vida. Es decir, que tu gasto presente no va a tener una repercusión en tus finanzas futuras.
Si no lo puedes adquirir en ese momento, regresa a tu lista y define una estrategia para conseguirlo. ¿Puedes recortar gastos de necesidades secundarias? ¿Hay sustitutos más económicos para alguna necesidad primaria? ¿Hay alternativas menos costosas para tus gustos? ¿A qué no estás dispuesto a renunciar? ¿Qué estarías dispuesto a cambiar?
En algunos casos, deberás hacer intercambios; éstos pueden ser temporales o permanentes. Por ejemplo, para conseguir el viaje en crucero que tanto deseas, durante un plazo de tiempo deberás comprar atún en lata en lugar de atún fresco. El ahorro que harás en una necesidad podrás destinarlo a un gusto. O al revés. Si necesitas comprar un impermeable para la temporada de lluvias, tal vez debas suspender la suscripción a tu revista favorita.
Recuerda que no hay imposibles. Para cada objetivo, deberás establecer una estrategia donde definas qué acciones hay que realizar y en qué plazo de tiempo podrás alcanzarlo. Siempre busca un equilibrio, de forma que ningún rubro se vea severamente afectado.
Cuando percibas que es necesario renunciar a algo, pon en la balanza lo que debes sacrificar a cambio de la ganancia que obtendrás. Si la ganancia es mayor, este será tu principal motivador y te ayudará a mantener el esfuerzo para conseguirlo.
Fuente: Finanzas Prácticas- VISA